miércoles, 22 de agosto de 2007
Gabriel García Márquez
Debemos arrojar a los oceanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aqui existió un mundo donde prevalació el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario